“Abrígales la infancia y no pasarán frio el resto de su vida”
Autor desconocido
Aquellos niñ@s que durante su infancia no recibieron el amor, el afecto y la atención que todos necesitamos, se pasarán su vida entera buscando aquello que jamás les dieron.
¿Quieres hacer el mejor regalo a tu hijo? ¿Quieres dejarle la mejor herencia?
Te doy una pista, no es la mejor biblioteca, ni tampoco una finca en el campo.
Ámale incondicionalmente. Mírale, sin más. Mírale cuando cree que no le miras, escúchale cuando cree que no le escuchas, obsérvale cuando cree que no le observas.
A veces, hay esfuerzos que no compensan si al final disminuye nuestra calidad de vida y nos impiden respirar cada día. Incluso, hay esfuerzos que tienen difícil justificación si las sacrificadas son las personas que más queremos.
Cuánto le debemos los profesionales de la salud mental a John Bowly, si es la primera vez que lees su nombre, no será la última. Él fue el primero que advirtió que la calidad de los cuidados que un niño recibe de sus padres en los primeros años de su vida, es de vital importancia para su salud mental adulta.
Se ha demostrado que los seres humanos de cualquier edad son más felices y capaces de desplegar sus talentos al máximo cuando están seguros de que hay una o más personas de confianza que acudirían en su ayuda si surgieran dificultades.
¿Con que materiales se construye el apego seguro?
Uno de los componentes fundamentales del apego seguro es la mirada incondicional.
Por eso, cuando un niño hace cosas para llamar la atención es porque necesita atención. La próxima vez que pienses “Esto lo hace por llamar la atención”, introduce el traductor de google emocional correcto e intenta cambiarlo por “necesita conectarse conmigo y no sabe hacerlo de otro modo”. Decir, “no le hagas caso está llamando la atención” es equivalente a decir, “no le des de comer que tiene mucha hambre”.
Para ser un adulto independiente y seguro debió de haber sido un bebé dependiente, apegado, sostenido y en pocas palabras: amado. S.Gerhardt
Ama a tu hij@, entrada la mirada incondicional. Ahí está el verdadero truco.
Con todo mi cariño,
Alba Abella
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